Uno de los capítulos más sorprendentes de esta historia es el que ocurre en torno a la sociedad francesa RSS Seniors+, que cuenta con 14 filiales. El titular es este: Orpea asegura que su entonces director financiero ha declarado falsamente en las cuentas de las sociedades que están integradas fiscalmente en la multinacional francesa.
Los hechos son los siguientes. RSS Seniors+ es una compañía que pertenece desde 2018 a Roberto Tribuno, a través de la sociedad Laurita Belgium, una filial belga de Lipany. RSS Seniors+ dispone de 14 filiales, donde tiene el 51% del capital, mientras que el 49% restante pertenece a Orpea (a través de Niort 94, sociedad que agrupa buena parte de sus inversiones inmobiliarias en Francia).
Las 15 empresas están administradas por un presidente, que desde 2018 es Sébastien Mesnard. Todas ellas tienen además su domicilio en la sede central de Orpea cerca de París. Y en las cuentas anuales de esas compañías, presentadas ante el Registro Mercantil y consultadas por Investigate Europe, figura la siguiente afirmación desde 2018: “La compañía forma parte de un grupo fiscalcuya compañía matriz es Orpea SA”.
De acuerdo con la legislación francesa, para poder integrar fiscalmente a una filial, la matriz tiene que controlar al menos el 95% de su capital. Pero, en este caso, Orpea no tiene ninguna acción de RSS Seniors+ y sólo dispone del 49% en sus filiales. Por tanto, esa integración fiscal sería fraudulenta.
La multinacional francesa niega que esa integración fiscal exista. Investigate Europe envió a Orpea un ejemplo de cuentas anuales donde constaba dicha afirmación. “Podemos confirmar que RSS Seniors+ y sus filiales no forman parte del grupo fiscal de Orpea. Las afirmaciones en ese sentido contrario en las cuentas anuales son erróneas”, respondió por escrito el portavoz del grupo.
Por tanto, si la versión oficial de Orpea es correcta, lo que está afirmando la multinacional es que su entonces director financiero estuvo tres añospresentando en el Registro Mercantil cuentas con afirmaciones falsas, que además afectan directamente a la propia Orpea al describir una integración fiscal inexistente.
"Parece difícil de creer que las cuentas hayan podido ser tan groseramente incorrectas durante tanto tiempo sin que nadie se diera cuenta", señala Eric Vernier, experto francés en fraude fiscal. Sébastien Mesnard y las dos empresas auditoras que certificaron las cuentas no respondieron o se negaron a realizar comentarios.
"No estoy al corriente de las afirmaciones realizadas por RSS Senior + ni de su corrección. Como accionista de la compañía matriz [Lipany], no estoy implicado en las operaciones de las filiales y menos aún de las filiales de las filiales", explica Roberto Tribuno.
Trampas fiscales en Italia
Desde su fundación, Lipany ha tenido una actividad especialmente intensa en Italia, donde ha llegado a tener hasta 19 filiales. La mayoría de ellas siguen activas y su negocio principal está relacionado con Orpea. Filiales de Lipany son propietarias de media docena de inmuebles que están alquilados a la multinacional francesa. En otros casos, las compañías de la estructura paralela de Tribuno prestan servicios de gestión y administración de los centros de Orpea.
Además de sociedades mercantiles, Tribuno y Mesnard montaron en Italia también una cooperativa denominada Esse Tre, cuya gestión les ocasionó problemas con las autoridades tributarias.
Esse Tre no era formalmente parte del ‘grupo Lipany’, pero en la práctica funcionaba como una entidad más de la trama. La actividad de la cooperativa era gestionar residencias de mayores, “con un contrato llave en mano”. Es decir, Esse Tre se encargaba de todo, incluida la contratación del personal. Las residencias que gestionó Esse Tre operaban bajo la marca Orpea. Y varias eran propiedad de Lipany.
A pesar de que era evidente que se dedicaba a una actividad mercantil, los administradores de Esse Tre decidieron facturar con un IVA del 4% como si fueran una cooperativa dedicada a una labor social. Dado que Orpea era el único cliente de Esse Tre, estas dos entidades eran las grandes beneficiadas, mientras que la única perjudicada era la Hacienda italiana. Las autoridades tributarias abrieron una inspección que terminó en una sanción a la cooperativa que superó el medio millón de euros, además de tener que regularizar los pagos de IVA pendientes.
Como resultado, Esse Tre quedó en 2017 en situación de quiebra... pero Orpea salió al rescate. La cooperativa gestionaba en ese momento siete residencias para el grupo Orpea, que decidió comprar “la actividad económica” de la cooperativa y gestionar así directamente los centros. La multinacional abonó 1,75 millones de euros en concepto de fondo de comercio, algo que parece difícilmente justificable si se tiene en cuenta que Orpea ya era el único cliente de la operativa y que Esse Tre no aportó ningún otro valor comercial que no tuviese ya la multinacional. En realidad, el único cambio fue que los trabajadores cobraban antes sus nóminas a través de Esse Tre y pasaron a recibirlas directamente de Orpea.
En la reunión del consejo de administración de Orpea Italia que decidió pagar ese dinero a Esse Tre estaba Sébastien Mesnard, que apoyó la operación para salvar a una cooperativa quebrada por la gestión de un consejo que él mismo presidía. En la documentación consultada por Investigate Europe consta que la operación había recibido el visto bueno de la central de Orpea en Francia y que se había solicitado un informe independiente que avalase la conveniencida de la compra.
El análisis de las cuentas de Esse Tre muestra otro dato sorprendente: en sus nueve años de actividad declaró gastos en consultoría superiores a los diez millones de euros.
En relación con la cooperativa, Roberto Tribuno destaca que su mandato como administrador “finalizó en 2016”. En todo caso, la inspección fiscal se abrió por ejercicios anteriores, en los que tanto Tribuno como Mesnard eran los administradores. En cuanto a los gastos de consultoría, afirma que durante los años que él estuvo en el consejo “no se abonaron” diez millones en gastos de consultoría (esa cifra abarca hasta 2018, con Mesnard al frente los dos últimos años). Eso sí, Tribuno se negó a aclarar si sus empresas recibieron parte de ese dinero. Por último, indica que, de acuerdo con sus conocimientos, “los gastos de gestión de Esse Tre se produjeron en condiciones normales de mercado”.
Conflictos de interés
Los negocios comunes y los intereses accionariales compartidos son tantos que muchas veces resulta difícil saber dónde termina Lipany y donde empieza Orpea, o viceversa. Pero hay situaciones en las que el posible conflicto de intereses es más que evidente. Veamos tres situaciones especialmente llamativas.
Durante el tiempo en que Roberto Tribuno fue el hombre fuerte de Orpea Italia, tomó muchas decisiones que afectaban directamente a las empresas del ‘grupo Lipany’. Es decir, estaba en las dos partes de la mesa. Pero como lógicamente no podía firmar los contratos en representación de las dos compañías, en nombre del ‘grupo Lipany’ actuaba su padre, Carlo Tribuno. Nacido en octubre de 1928, en algunas de las operaciones que firmó, Carlo Tribuno ya había cumplido 88 años.
Tomemos por ejemplo el caso de NHS Srl, una sociedad italiana creada en febrero de 2014. Los socios constituyentes fueron New Horizons, parte del ‘grupo Lipany’, y Orpea Italia. La primera se quedó con el 80% de las acciones y la segunda con el resto. El contrato de constitución de NHS está firmado por Roberto Tribuno en nombre de Orpea y por su padre en nombre de New Horizons. Dos años después, en julio de 2016, Orpea Italia decidió vender el 20% de sus acciones a New Horizons. De nuevo, el contrato de compraventa aparece firmado por padre e hijo.
Otro caso significativo lo constituye la sociedad Verdello Srl. Una filial de Lipany la compró en diciembre de 2014 y siete meses después se la revendió a Orpea Italia con una plusvalía de casi 1,4 millones de euros. En esta última operación, Tribuno firmó en nombre de Lipany y Mesnard en representación de Orpea. Un año antes, ambos habían constituido las tres inmobiliarias en Francia mencionadas anteriormente. El conflicto de intereses parece difícilmente superable: New Horizons (administrada por Tribuno) le vende una sociedad a Orpea Italia (cuyo CEO es Tribuno) y en nombre de la multinacional firma su entonces director financiero (que tiene negocios privados conjuntos con Tribuno).
Es difícil de creer, pero aún hay más. La auditora interna tanto de Orpea Italia y alguna de sus filiales como de diversas sociedades del grupo Lipany es la misma persona, Marzia Ferrara. De nuevo, nos encontramos ante alguien que está en los dos lados de la mesa. Pero es que además Marzia Ferrara es... ¡socia de Roberto Tribuno! En concreto, Ferrara es accionista minoritaria de Bridge Kennedy International Srl y de Euro BKI Srl, compañías dedicadas a la asesoría fiscal y contable en las que Tribuno es el socio mayoritario. Ferrara entró en el capital de la primera en 2002 y en el de la segunda en 2012.
“Marzia Ferrara es una profesional independiente que, junto con los otros miembros de la Junta de Auditores de Cuentas, han llevado a cabo de forma conjunta y colectiva las actividades de control y auditoría que les han sido asignadas, sin que se haya detectado ningún conflicto de intereses”, responde Tribuno sobre su socia.
Un hombre rico
Los negocios con Orpea han convertido a Roberto Tribuno en un hombre con un patrimonio notable.
Una de sus principales empresas inmobiliarias se llama Mountain Property Developments United y tiene la sede en el Reino Unido. Constituida en 2004, en sus últimas cuentas declaraba inversiones inmobiliarias por importe de 7,58 millones de euros y deudas de 1,50 millones, por lo que su patrimonio neto es de 6,08 millones. Está administrada por Tereza Hassapis, consultora con residencia en Chipre.
Esta sociedad británica está controlada también desde Luxemburgo, en concreto desde una sociedad llamada Ezine Invest SA, donde Roberto Tribuno declara tener el 50% del capital y un familiar directo suyo el otro 50%. Por cierto, cuando esta compañía fue creada en 2004, sus accionistas fueron las dos mismas sociedades pantalla que crearon Lipany y Scarano (Beston Enterprises y Bynex International).
En Francia, hemos visto que Tribuno es socio de Mesnard en tres inmobiliarias, aunque en ellas declara tener solo un 1% del capital. Más importante es otra compañía, denominada Sara y con sede en París, donde Tribuno tiene el 99,9% de las acciones y su mujer el 0,1% restante. Cuando se constituyó en 2011, Tribuno aportó a la compañía inmuebles en París Niza, que valoró en algo más de un millón de euros.
Por supuesto, a ello hay que sumarle el valor del ‘grupo Lipany’, cuya matriz en Luxemburgo declara unos activos por 92,9 millones de euros. Es cierto que sus deudas incluso superan ligeramente esa cantidad, pero al no conocerse quiénes son los acreedores, es imposible calcular el valor real de la compañía para Tribuno. Si las deudas son con terceros, su patrimonio neto sería muy bajo, al contrario que si son con otras sociedades controladas por el financiero italiano.
Y luego están sus empresas dedicadas a la consultoría empresarial, como Bridge Kennedy International, con sedes al menos en Italia y Reino Unido. A esa actividad también se dedica la italiana Euro BKI Srl.
Roberto Tribuno niega cualquier irregularidad en su actividad mercantil, pero lo cierto es que su nombre figura en la denuncia que ya está analizando la Fiscalía francesa. En cuanto a Sébastien Mesnard, Investigate Europe preguntó a Orpea si era uno de los altos ejecutivos que “han abandonado recientemente la compañía”, según anunció la multinacional en una nota de prensa a principios de mayo. Es una más de las preguntas que Orpea ha dejado sin responder.