Perenco es una empresa franco-británica poco conocida, pero muy poderosa. Se presenta como "el primer grupo independiente europeo de petróleo y gas" y opera en 14 países de todo el mundo. Entre sus negocios está la mayor explotación petrolífera terrestre europea, en Inglaterra, y varias plataformas de gas en el Mar del Norte.
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Investigate Europe y Mediapart revelan cómo la multinacional franco-británica pagó más de un millón de dólares a compañías próximas a Joseph Kabila. Las transacciones aparecen recogidas en documentos del banco africano BGFI que forman parte de la filtración conocida como ‘El expolio del Congo’.
Al empresario congoleño Nicolas Wan le gusta publicar fotos en las redes sociales de Mateba, una exuberante isla del tamaño de París, enclavada en la confluencia del río Congo con el océano Atlántico. En una foto de abril de 2020, el joven contempla las tranquilas aguas teñidas de naranja por un sol resplandeciente. "Mi lugar favorito en la tierra", reza el pie de foto escrito por el hijo de Alain Wan, magnate de la construcción vinculado a varios escándalos de presunta malversación de fondos en los que está implicado Joseph Kabila, ex presidente de la República Democrática del Congo.
Los Wan fueron en su día propietarios de Mateba, pero se la vendieron a Kabila en 2010. Desde entonces, se ha convertido en un lugar de recreo personal para el hombre que gobernó Congo durante casi dos décadas hasta 2019 y acumuló una fortuna valorada en cientos de millones de euros. En 2017, se supo que Kabila hizo transportar 450 cebras, búfalos, jirafas y otros animales salvajes desde Namibia a la isla, con la ayuda de Alain Wan.
Pero Mateba no solo alberga fauna exótica, también ha sido el domicilio social de una misteriosa empresa constituida por la familia Wan: Etablissement Kuntuala (ETS Kuntuala). Esta compañía comparte una cuenta bancaria con otra entidad opaca, Kuntuala Mining SAS. La primera transferencia que recibió dicha cuenta, según documentos bancarios oficiales, procedió de la petrolera franco-británica Perenco en febrero de 2015, por un total de 272.914 dólares (unos 242.000 euros en aquel momento).
Una imagen de isla Mateba. Instagram
Investigate Europe y Mediapart han descubierto 14 transferencias de dinero realizadas por filiales congoleñas de Perenco entre 2014 y 2015 a empresas cercanas a Joseph Kabila. Las transacciones, por un total de 1,3 millones de dólares, figuran en registros financieros filtrados del banco panafricano BGFI. Obtenidos por Mediapart y la ONG Plataforma para la Protección de los Denunciantes en África (PPLAAF), los documentos dieron lugar a la investigación periodística conocida como Congo Hold-Up (El expolio del Congo), publicada en noviembre de 2021 y que desencadenó investigaciones policiales en Congo, Francia y Bélgica. infoLibre publica esta investigación en exclusiva en España, al igual que ya hizo con El expolio del Congo (puedes consultarla aquí todos los artículos).
En una respuesta escrita a los periodistas, Perenco negó cualquier irregularidad y afirmó que no se había realizado ningún pago a ETS Kuntuala. BGFI se negó a ofrecer su versión.
Estas nuevas revelaciones sobre Perenco vuelven a poner bajo la lupa al mayor productor independiente de petróleo de Europa, ya envuelto en acusaciones de irregularidades en Congo y en toda África. En noviembre de 2022, Investigate Europe desveló la existencia de 167 informes sobre casos de contaminación relacionados con la multinacional, que es la única productora de petróleo de Congo (las ONG Sherpa y Amigos de la Tierra presentaron posteriormente una denuncia contra Perenco en Francia por daños medioambientales). En marzo de 2023, se supo que la Policía francesa está investigando a Perenco por corrupción en varios países africanos no especificados.
La trama en Congo
Congo sigue siendo uno de los cinco países más pobres del mundo, pero se ha convertido en una tierra de abundancia para Perenco desde que compró yacimientos petrolíferos antiguos en la costa del país a principios de la década de 2000. Sólo por sus permisos en alta mar, el grupo declaró unos ingresos de 196 millones de dólares en 2021, según los documentos corporativos presentados en Guernsey, un paraíso fiscal donde están registradas algunas de las sociedades del grupo.
En la filtración Congo Hold-up, Perenco no aparece como cliente del banco BGFI, cuya filial congoleña hasta 2018 dirigía el hermano adoptivo de Joseph Kabila. Sin embargo, el nombre de Perenco aparece en las cuentas de otros clientes de BGFI que recibieron dinero de la petrolera. Entre ellos está el receptor de la transferencia de 272.914 dólares, ETS Kuntuala, cuyos beneficiarios efectivos eran Alain Wan y su madre, según un documento bancario filtrado de 2016.
Los vínculos entre los Wan y el expresidente congoleño están bien documentados. Alain Wan, el patriarca de la empresa familiar, es uno de los socios más cercanos de Kabila. Con su amigo de la infancia, Marc Piedboeuf, Wan constituyó un conjunto de empresas en Congo y en varios paraísos fiscales, algunas de las cuales han realizado operaciones por valor de decenas de millones de dólares en beneficio de los Kabila, según las investigaciones periodísticas.
Wan y Piedboeuf crearon Grands Elevages du Bas-Congo (GEL), la empresa propietaria de la isla de Mateba, que fue comprada por Kabila a través de su holding personal (Piedboeuf aparecía como su director ya en 2014). La pareja también creó Port de Fisher, vendida a Kabila a finales de 2015. También fueron accionistas y directores de EGAL, una empresa en el centro de una presunto escándalo de malversación de 43 millones de dólares revelada en 2016 por Jean-Jacques Lumumba, un ex empleado de BGFI convertido en denunciante.
Documentos del banco BGFI detallan la transferencia de Perenco a ETS Kuntuala.Investigate Europe
El domicilio de ETS Kuntuala en Mateba y los vínculos entre Alain Wan y Kabila podrían haber sido señales de alarma para Perenco. Pero hay otra rareza que al BGFI no pareció importarle. En la base de datos del banco, ETS Kuntuala tiene un segundo nombre asociado a su cuenta bancaria: Kuntuala Mining SAS. El primer nombre se utiliza para las transferencias internacionales en divisas. El segundo, para las transferencias nacionales dentro de la RDC. Una práctica inusual que puede impedir un control adecuado de las actividades de la cuenta.
"No es algo normal. Este tipo de manipulación requiere la complicidad del director de operaciones del banco", afirma Lumumba, quien ve en este esquema "una máquina para reciclar dinero. Wan y Piedboeuf se han convertido en secuaces de Kabila en la región de Congo Central, por lo que no me sorprende verlos trabajar con Perenco, que también está presente en esta parte del país", añade.
Los archivos filtrados del BGFI indican que ETS Kuntuala operaba una agencia de transportes y una cantera en Boma, en Congo Central. En cuanto a Kuntuala Mining SAS, Investigate Europe no ha podido encontrar ningún documento mercantil de esta compañía. Sin embargo, en un registro del gobierno de Congo figura como titular de un permiso de explotación minera, también situado en Boma y muy probablemente relacionado con la cantera.
A pesar de que se le proporcionó toda la información de la transferencia bancaria detallada en los documentos de BGFI, un portavoz de Perenco negó su existencia: "Con respecto a Kuntuala, Perenco no ha tenido ningún contrato con esta empresa, ni ha realizado ningún pago a la misma". La empresa se negó a dar más detalles cuando se le solicitó.
Perenco no aparece como el único benefactor de la red Kuntuala en los documentos del BGFI. Entre 2015 y 2019, la cuenta bancaria fue alimentada en su mayor parte por empresas propiedad de Wan y Piedboeuf, por depósitos anónimos en efectivo y por GEL, la compañía del propio Kabila.
El vínculo entre ETS Kuntuala y el expresidente es más profundo. En 2017, la empresa y Alain Wan se convirtieron en los únicos accionistas de COETE, una compañía energética anteriormente propiedad, entre otros, de GEL (10%) y Kwanza SA (50%). Este último nombre recuerda a Kwanza Capital, el banco de inversiones secreto de Kabila, cuya existencia desveló la ONG estadounidense The Sentry.
Marc Piedboeuf y Alain Wan, en una imagen de archivo.Facebook
Los documentos filtrados de BGFI también revelan que Perenco tenía tratos con otra empresa de Wan y Piedboeuf: MW Afritec, el negocio insignia de la pareja, que opera en el sector de la construcción desde 1984.
MIOC (Muanda International Oil Corporation), una de las filiales congoleñas de Perenco, realizó nueve transferencias por un total de más de un millón de dólares a la cuenta de Afritec en BGFI entre 2014 y 2015.
Afritec no es una constructora cualquiera. Su éxito está ligado al poder de Kabila, una relación que se inició a principios de la pasada década, cuando el presidente "quiso meter mano en Congo Central", explica Lumumba. A partir de ese momento, la empresa ganó una serie de concursos públicos y recibió financiación de la UE y del Banco Mundial. En solo siete años, su volumen de negocio se multiplicó por 50, según estimaciones de un banquero citado por Le Monde en 2017.
En el artículo, Le Monde revelaba cómo Afritec tenía un discreto homónimo constituido en las Islas Marshall: Afritec MW SA. La empresa fantasma era la propietaria registrada de un lujoso yate llamado Enigma, que los periodistas creían que podía estar vinculado a Kabila. Unos años más tarde, como parte de la filtración Congo Hold Up, nuevas revelaciones mostraron que el barco había sido reformado con fondos públicos presuntamente malversados que se canalizaron a través de Port de Fisher en 2013, una empresa vendida a Kabila dos años más tarde.
Entonces, ¿en concepto de qué pagó Perenco a Afritec más de un millón de dólares? Según un documento interno de BGFI de octubre de 2015, la petrolera compró rocas trituradas y alquiló barcos a Afritec aquel año por 910.000 dólares.
La petrolera, sin embargo, cuenta una historia diferente. A preguntas de los periodistas, su portavoz indicó que "en 2008 Perenco accedió a una petición de las autoridades locales para financiar la reconstrucción de la pista de aterrizaje de Muanda, que es una infraestructura esencial para las operaciones de la compañía, por aproximadamente un millón de dólares. Los trabajos de construcción corrieron a cargo de Afritec". Dicho portavoz añadió que Perenco tenía un contrato para temas logísticos con Afritec antes de 2010 y destacó que, durante el proceso de diligencia debida, no identificó "ninguna referencia a la implicación de ningún funcionario”. Ni las fechas ni la finalidad de los pagos facilitados por Perenco coinciden con la información en poder de BGFI. Cuando se le preguntó por estas contradicciones, el portavoz de Perenco no dio más explicaciones. Afritec y Alain Wan no respondieron a la solicitud de conocer su versión.
Las revelaciones llegan en un momento complicado para el gigante petrolero. Hace un año, el Gobierno congoleño convocó una licitación para 30 nuevos bloques petroleros y de gas en todo el país. Perenco solicitó dos nuevos permisos en Congo Central y sigue esperando el resultado de su oferta. Mientras tanto, el Ministerio de Hidrocarburos anunció el 5 de julio que había recibido cuatro camionetas de la empresa como "regalo". Perenco afirmó que donaba los vehículos para ayudar a combatir el contrabando de petróleo en Congo Central. Greenpeace África denunció la donación. "Las autoridades son incapaces de iluminar la ciudad de Muanda mientras Perenco lleva décadas explotando petróleo en la zona", criticó la ONG.
Louis Riga contribuyó a la investigación. La edición fue realizada por Manuel Rico, Elisa Simantke y Chris Matthews.